El inexorable proceso de envejecimiento no es el único factor que provoca cambios en la piel
El inexorable proceso de envejecimiento no es el único factor que provoca cambios en la piel. Los hábitos alimenticios, el trabajo, las enfermedades y las influencias externas (p. ej. el sol) también pueden dejar huellas en nuestro envoltorio.
Con el fin de mantener la piel sana y asegurar el correcto desempeño de sus funciones, tan importantes para la salud, es igualmente importante evitar en la medida de lo posible las influencias nocivas.
Una higiene excesiva - por ejemplo, lavados demasiado frecuentes o el uso de desinfectantes incluso cuando no son necesarios - destruye la capa protectora de ácido de la piel, así como la flora natural de la piel. Esto a su vez fomenta la proliferación de patógenos.
Tomar el sol (¡siempre y cuando se haga con moderación!) es ciertamente bueno para su salud. Sin embargo, siempre debe protegerse lo suficiente, en primer lugar vistiéndose adecuadamente, pero también usando sombreros, protector solar y gafas de sol. Cada quemadura de sol hace que la piel envejezca y aumenta el riesgo de cáncer.
El estrés causado por el calor, el frío o el aire seco a menudo puede minimizarse con medidas adecuadas, dependiendo de la estación del año y de las actividades que se lleven a cabo.