La rutina diaria para una piel sana

La rutina diaria para una piel sana

Qué hacer y qué no hacer.

Todo lo que es bueno para el cuerpo y la mente también contribuye a la salud de la piel

Algunos hábitos tienen una acción antienvejecimiento decididamente superior a la de las cremas y tratamientos cosméticos con precios exorbitantes.

¡Claro que sí!

  • Nutrición saludable
    → rico en minerales y vitaminas, como el zinc y las vitaminas B
  • Movimiento y deporte al aire libre
    → mejorar la circulación sanguínea y tensar la piel
  • Ingesta abundante de líquidos
    → principalmente agua, té no endulzado, jugos de fruta altamente diluidos sin azúcar añadido
  • Protector solar
    → protector solar y ropa adecuada, sin olvidar el sombrero y las gafas de sol
  • Higiene y cuidado personal
    → según el tipo de piel, la edad, el trabajo las actividades de ocio, etc.
  • Relájate
    → es importante descansar lo suficiente ("sueño reparador") y controlar el estrés
  • Ropa que no irrita la piel
    → con niveles adecuados de ventilación y transpiración

¡Mejor no!

  • Fumar
    → es el enemigo número uno de la piel
  • Consumo excesivo de alcohol
  • Dietas extremas, terapias de ayuno, mala nutrición
  • Excesiva exposición al sol, poca protección UV
  • Ambiente doméstico insalubre, por ejemplo, debido a aire de calefacción seco
  • Baños frecuentes (calientes)
    → la piel se hincha con agua, lo que puede debilitar su capa protectora
  • Excesiva higiene y cuidado personal

¿El espejo del alma?

La relación entre la piel y la psique

A veces las enfermedades de la piel también afectan a la autoestima: es el caso, por ejemplo, del acné y la psoriasis. Los pacientes sufren síntomas muy evidentes y "se sienten incómodos en su propia piel". Las enfermedades de la piel pueden incluso llevar al aislamiento social. Para evitar estas consecuencias extremas, existen varias vías de escape, desde la psicoterapia hasta las técnicas de relajación.

Pero, ¿pueden los problemas de naturaleza emocional manifestarse también en el exterior? A menudo se dice que los ojos son el espejo del alma, pero el concepto puede extenderse fácilmente a la piel.

Atención, sin embargo: atribuir la aparición de enfermedades dermatológicas al estrés y a los trastornos mentales sería muy reductor, sin mencionar que equivaldría a etiquetar a las personas que las padecen.

Sin embargo, algunas investigaciones muestran una cierta correlación entre la psique y la piel. La rama conocida como "psicodermatología" estudia, entre otras cosas, la influencia del estrés (a través de reacciones inmunes e inflamatorias) en el curso de ciertas enfermedades de la piel. Así, un estudio de la Universidad de Tréveris demostró que el asco causado por la mera vista de alimentos nauseabundos puede promover la aparición del herpes labial.

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