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El embarazo trae consigo muchos cambios en la piel
El embarazo es una etapa maravillosa en la vida de muchas mujeres, pero también conlleva numerosos cambios en el cuerpo, incluida la piel. Las fluctuaciones hormonales que ocurren durante estos meses pueden provocar una serie de problemas cutáneos, como estrías, manchas oscuras, acné y sequedad. Cuidar la piel adecuadamente durante este período es fundamental no solo para mejorar la apariencia, sino también para mantener su salud a largo plazo.
Las estrías son uno de los problemas más comunes durante el embarazo. Se producen cuando la piel se estira rápidamente para acomodar el crecimiento del bebé, lo que provoca la ruptura de las fibras de colágeno y elastina. Aunque las estrías no se pueden eliminar por completo, existen maneras de prevenir su aparición o reducir su visibilidad.
Consejos para prevenir y tratar las estrías:
Hidratación diaria: Mantén tu piel bien hidratada con cremas que contengan ingredientes como la manteca de cacao, la vitamina E o el aceite de almendra. Estos productos ayudan a mejorar la elasticidad de la piel.
Masajes regulares: Realiza masajes suaves en el área del abdomen, los muslos y los pechos utilizando aceites naturales. Los masajes estimulan la circulación sanguínea y promueven la regeneración celular.
Beber suficiente agua: La hidratación interna es igual de importante. Beber al menos 8 vasos de agua al día ayuda a mantener la elasticidad de la piel.
Alimentación rica en vitaminas: Consume alimentos ricos en vitamina C, E y zinc, que favorecen la producción de colágeno y ayudan a regenerar los tejidos de la piel.
Si ya tienes estrías, puedes probar tratamientos con cremas que contengan ácido hialurónico o retinoides (solo después del embarazo y bajo recomendación médica). Además, algunos procedimientos estéticos, como el láser o la microdermoabrasión, pueden ayudar a reducir su visibilidad.
Manchas oscuras o melasma: Cómo protegerte del sol
Durante el embarazo, es común desarrollar manchas oscuras en la cara, conocidas como melasma o "máscara del embarazo". Este fenómeno es provocado por el aumento de la melanina en la piel, y tiende a aparecer en áreas que están más expuestas al sol.
Consejos para prevenir y tratar el melasma:
Usa protector solar diariamente: Asegúrate de aplicar protector solar de amplio espectro con un SPF de al menos 30, incluso si no planeas salir al aire libre. Esto ayuda a prevenir que las manchas oscuras se agraven con la exposición al sol.
Protege tu piel del sol: Además de utilizar protector solar, usa sombreros de ala ancha o gafas de sol cuando estés expuesta al sol. Evita la exposición solar directa en las horas de mayor radiación (entre las 10 a.m. y las 4 p.m.).
Evitar productos agresivos: durante el embarazo es importante evitar principios activos como el retinol o la hidroquinona. Ya que son tratamientos agresivos que pueden provocar inflamación y empeorar las manchas.
Cremas despigmentantes: Aunque la mayoría de los productos blanqueadores no se recomiendan durante el embarazo, después del parto puedes consultar con un dermatólogo sobre cremas despigmentantes seguras.
Recuerda que, aunque el melasma puede desaparecer después del embarazo, es importante proteger la piel a largo plazo.
Acné durante el embarazo: Cómo controlarlo
El acné puede ser otro efecto secundario de las fluctuaciones hormonales durante el embarazo, especialmente durante el primer trimestre. Afortunadamente, hay maneras seguras de manejar este problema sin dañar tu piel ni afectar al bebé.
Consejos para tratar el acné durante el embarazo:
Usa productos suaves y sin aceite: Opta por limpiadores suaves y no comedogénicos que no obstruyan los poros. Evita productos con ingredientes agresivos como el ácido salicílico o los retinoides.
Exfoliación suave: La exfoliación regular puede ayudar a prevenir los brotes de acné. Utiliza productos suaves, como exfoliantes a base de ácido glicólico o ácido láctico.
No toques ni revientes los granos: Manipular los granos puede provocar infecciones y cicatrices. Si el acné es severo, consulta con un dermatólogo para un tratamiento seguro.
El acné durante el embarazo suele mejorar por sí solo una vez que las hormonas se estabilizan después del parto.
Sequedad y picazón en la piel
La sequedad de la piel y la picazón son problemas comunes que muchas mujeres experimentan durante el embarazo, especialmente en el tercer trimestre cuando la piel del abdomen se estira.
Consejos para aliviar la sequedad y la picazón:
Baños de avena: Agregar avena coloidal a tus baños puede calmar la piel irritada y reducir la picazón.
Lociones y cremas hidratantes: Utiliza cremas ricas en emolientes y humectantes, como la manteca de karité o el ácido hialurónico, para mantener la piel hidratada y prevenir la sequedad.
Evita duchas muy calientes: El agua caliente puede despojar a la piel de sus aceites naturales, lo que agrava la sequedad. Opta por duchas tibias y limita su duración.
Cambios generales en la piel: Mantén una rutina constante
Durante el embarazo, tu piel puede ser más sensible de lo habitual. Por lo tanto, es importante adoptar una rutina de cuidado suave y constante para prevenir problemas futuros.
Recomendaciones generales:
Utiliza productos hipoalergénicos: Elige productos de cuidado de la piel sin fragancias y que estén diseñados para pieles sensibles.
Consulta con un dermatólogo: Si tienes dudas sobre qué productos son seguros durante el embarazo, siempre es recomendable consultar con un especialista.
Conclusión
El embarazo trae consigo muchos cambios en la piel, pero con una rutina adecuada y cuidados específicos, es posible mantener una piel saludable y prevenir o minimizar los problemas más comunes. Hidratar, proteger del sol, y tratar suavemente las afecciones cutáneas pueden marcar una gran diferencia.