En los últimos años la medicina ha hecho enormes progresos en el tratamiento de las más graves enfermedades de la piel
En los últimos años la medicina ha hecho enormes progresos en el tratamiento de las más graves enfermedades de la piel. Un claro testimonio son los llamados agentes biológicos, que intervienen de forma extremadamente selectiva en el sistema inmunológico, por ejemplo inhibiendo las reacciones inflamatorias asociadas a la psoriasis y aliviando los trastornos.
Desde el exterior y el interior
A la luz de todo ello, existen numerosos métodos de tratamiento en el campo de la dermatología. A este respecto, se pueden distinguir los siguientes principios terapéuticos:
Tratamiento de la superficie
En la terapia tópica - como se define en la dermatología - la enfermedad de la piel se trata desde el exterior, luego con pomadas, cremas, emulsiones o productos de baño que contienen los ingredientes activos. Una sustancia importante en este sentido es la cortisona, conocida por sus propiedades antiinflamatorias. La fototerapia y la terapia de láser también forman parte de los tratamientos tópicos.
Terapia sistémica
La terapia sistémica consiste en la administración de comprimidos, inyecciones o goteos. El principio activo se extiende por todo el cuerpo y ejerce su acción desde el interior.
Operación quirúrgica
La cirugía es la terapia más importante para cualquier forma de cáncer de piel. Esta técnica está diseñada para extirpar completamente el tumor. Para destruir cualquier célula cancerosa restante en el cuerpo, puede ser necesario un curso de quimioterapia o radioterapia para completar el tratamiento. En cualquier caso, las intervenciones realizadas por el dermatólogo suelen ser de menor envergadura: como máximo son la eliminación de verrugas o la recogida de una muestra de tejido de zonas de piel sospechosas.