Cuidado de la piel en personas con enfermedades crónicas

Cuidado de la piel en personas con enfermedades crónicas

Consejos esenciales

LAS ENFERMEDADES CRÓNICAS PUEDEN PROVOCAR SEQUEDAD, IRRITACIONES, SENSIBILIDAD EXTREMA E INCLUSO INFECCIONES CUTÁNEAS

Las enfermedades crónicas como la diabetes, la artritis reumatoide y los trastornos tiroideos pueden afectar significativamente la salud de la piel. Estas condiciones pueden provocar sequedad, irritaciones, sensibilidad extrema e incluso infecciones cutáneas. En este artículo, exploramos cómo estas enfermedades impactan la piel y qué medidas específicas se pueden tomar para su cuidado.

ÍNDICE
 

  1. Enfermedades crónicas y su impacto en la piel
  2. Diabetes y piel: prevención de complicaciones
  3. Artritis reumatoide: proteger la piel de la inflamación
  4. Trastornos tiroideos y sus efectos en la piel
  5. Cuidados básicos para una piel sana
Enfermedades crónicas y su impacto en la piel

Enfermedades crónicas y su impacto en la piel

Las enfermedades crónicas alteran el equilibrio natural de la piel, afectando su capacidad para retener humedad, regenerarse y protegerse contra agentes externos.

Diabetes y piel: prevención de complicaciones

Las personas con diabetes suelen experimentar sequedad, infecciones fúngicas y mala cicatrización. Mantener la piel hidratada y revisar diariamente posibles heridas es fundamental.

Diabetes y piel: prevención de complicaciones
Artritis reumatoide: proteger la piel de la inflamación

Artritis reumatoide: proteger la piel de la inflamación

La artritis reumatoide puede causar sensibilidad extrema y sequedad. Se recomienda el uso de cremas emolientes y evitar productos con fragancias o alcohol.

Trastornos tiroideos y sus efectos en la piel

El hipotiroidismo y el hipertiroidismo pueden provocar piel seca o sudoración excesiva. Mantener una buena hidratación y usar productos adaptados a cada caso ayuda a minimizar estos efectos.

Trastornos tiroideos y sus efectos en la piel
Cuidados básicos para una piel sana

Cuidados básicos para una piel sana

  • Hidratación diaria: Uso de cremas sin fragancias y con ingredientes como urea o ceramidas.
  • Protección solar: La piel con afecciones crónicas es más sensible al sol.
  • Dieta equilibrada: Consumir antioxidantes y ácidos grasos esenciales mejora la salud cutánea.
  • Evitar irritantes: No usar jabones agresivos ni exfoliantes fuertes.

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