El vitiligo es una enfermedad cutánea crónica caracterizada por la pérdida progresiva de melanina, el pigmento que da color a la piel. Se manifiesta con manchas blancas bien delimitadas que pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. Aunque no representa un riesgo para la salud física, puede tener un impacto emocional significativo en quienes lo padecen. En los últimos años, los avances en dermatología han permitido mejorar tanto el diagnóstico como las opciones terapéuticas, ofreciendo una nueva perspectiva para los pacientes.
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Conclusiones
El vitiligo es una enfermedad compleja que requiere un abordaje individualizado. La combinación de diagnóstico preciso, terapias dermatológicas modernas y apoyo emocional puede marcar una gran diferencia en la calidad de vida de los pacientes. La clave está en la constancia, la protección solar y el acompañamiento profesional.